sábado, 4 de abril de 2015

Poesía: LOS CUATRO CONSEJOS

LOS CUATRO CONSEJOS


Como cuatro violetas olorosas
Han llegado en la carta tus consejos, 
Como cuatro violetas abundosas
Que de tu alma son, bellos reflejos!

Cuatro dantescas rosas siderales
Para guiar mis pasos por la vida,
 Con el fulgor que tienen colosales
Tus pupilas de Madre enternecida.

Me decís, como el águila que sea
La que se esfuerza por llegar al nido,
 Y entre la tempestad su pecho ondea
Sin temor por el rayo ni el bramido.

Y así llega a la cumbre victoriosa,
 Ha transpuesto la nube más obscura
Y sabe conseguir la luz radiosa,
Con titánico vuelo hacia la altura!

Y que en los labios tenga una sonrisa
Para borrar enojos o asperezas
Y sepa prodigarla cual la brisa,
Que no tiene enemigos ni tristezas!

Que sean mis frases de alegría,
 Cual la voz del arroyo cristalino
 Un continuo fluir de algarabía,
 Con un paso feliz por el camino.

¡Vive la juventud, dice el consejo,
 Por que se va veloz ésta mezquina
 Y de repente nuestro viejo,
Ve en el cielo partir la golondrina!

Las cosas que no hicimos matutinas
 No las haremos al caer la noche,
 Pues los ojos se llenan de neblinas
 Y arrugas en la frente son un broche

¡Cree en Dios fervorosa, hija mía,
 Que tú mirar del cielo no se aparte
 En tu alma la Fe, cual la poesía,
Bajarán dulcemente hasta besarte!

Porque Dios es amigo, consejero, 
Es alimento y sostén, es esperanza
 Y se vuelve en el pecho jardinero
 Cuando le damos toda la confianza.

¡Oh tus cuatros consejos tan certeros,
Sabiduría sin par la tuya, Madre,
En tétrada brindando los veneros
 Que darán mi vida bello encuadre!

¡Sean benditas, violetas olorosas
 Que llegando en la carta desde lejos
 me tren en palabras tan hermosas
De mi madre exquisita, los reflejos!

NORMA ACERBI CREMADES
(Del Libro Amor y Gratitud) 

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