RETRIBUCIÓN
He recibido Padre, de tus manos
En un papel el oro de tus versos
Profundos, trémulos y ufanos,
Evocativos, deslumbrantes, tersos!
Me agradeces, varón incomparable
El amor que te ofrezco tan sutil,
Con tu bondad leal y más amable
Convirtiendo tu alma en un pensil!
Y me dices gentil: gracias hijita...
Escribiendo la prosa más hermosa,
Y me vuelvo a sentir tan pequeñita
Acunada en tus brazos muy dichosa.
Y me haces llorar enternecida
Releyendo tu poema cariñoso,
Escuchando el arrullo estremecida,
De tu pecho solemne y oloroso.
Ánfora cargada de elocuencia
Frases de sándalo inmortal,
Llevando de la flor tan grata esencia
En el numen de tu seno paternal.
Cascadas de virtudes y verdades
Siendo yo, la que debe agradecer,
El amor, los cuidados y bondades,
Tantas cosas que me hicieron florecer!
Y no alcanzan los días en el mundo
Para pagarte a Ti, Padre adorable,
Que me diste lo bello y lo profundo,
Siendo mía la deuda incancelable.
Solo tengo palabras de alabanza,
Te ofrezco mi riqueza de papel
Y el himno levantado a lontananza,
Ciñendo tu cabeza de laurel.
Te regalo del cielo septembrino
Muchas rimas pletóricas de sol,
Y el esplendor del cielo más divino
Con sus nubes de oro y arrebol.
Y del mar la blancura de la espuma
Te contara la inmensidad de mi querer,
Junto al poema para ti de gracia suma,
Porque infinito es Papa, tu merecer!..
NORMA ACERBI CREMADES
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