sábado, 4 de abril de 2015

Poesía: AL JARDÍN FLORIDO

AL JARDÍN FLORIDO


 Hoy aquí, un hombre ha muerto,
Un hombre que Córdoba llamaba
EL JARDÍN FLORIDO, con acierto,
Porque una flor en el ojal mostraba.

Y entristece profundo su partida
A todas las calles de la gran ciudad,
Aquellas que le vieron por la vida,
Repartiendo piropos de verdad!

¡Que mujer no sintió su gentileza
Al pasar por su lado en el trajín,
Y bebió en el requiebro la belleza
Nacida con la gracia de un jazmín!

¡Cuantas veces a mí, me dijo bella,
Amorosa gitana de labios carmesí,
O...hermosa, tu cara es una estrella
Y de diosa es tu talle de alelí!

A todas por igual nos piropeaba,
Sin fijarse en edad ni condición,
Y ante toda mujer se le escapaba,
De los labios lisonja con pasión.

Y era él un Artista que creaba
Belleza en cada rostro de mujer,
Pues renacía en la fea que adulaba,
Otra vez la esperanza en merecer!

Más, pocos conocieron su apellido
Pero sí le llamaron por su apodo,
Le quedaba muy bien lo de florido
Unido al desparpajo de su modo.

La gente le apodó por su vestido,
Por llevar una flor en el ojal
Pero diría yo, que lo florido,
Lo tenía en su piropo colosal!

Estaba en su vejez la primavera
Al mover tan garboso su bastón,
O en la flor que prendía tempranera
Transformando en pénsil su corazón!

Los hombres quisiera no olvidaran
A este anciano risueño y singular,
Y andando por las calles piropearan
A la mujer para hacerla suspirar.

Porque es bello al oído una palabra
De lisonja y halago, de adulación,
Esa sola palabra dulce que abra
La puerta al corazón con emoción

¡Oh! anciano feliz hoy has partido,
A la muerte quizá, llamaste hermosa
Y en el piropo del postrer sonido,
Le diste de tu ojal, la ultima rosa!

En Córdoba tu recuerdo se ha quedado
Guardándote en su arqueta cariñosa,
Porque fuiste un eterno enamorado
Con tu dicción florida y olorosa.

Y aunque pase tiránica la vida
Esfumando mil hechos la memoria,
Siempre habrá una nieta sorprendida
Escuchando de la abuela ésta historia.

Historia de aquél viejo tan risueño
Que le llamaron El JARDÍN FLORIDO,
Porque tuvo en sus labios con empeño,
Un piropo gentil y enternecido!
Córdoba, 10 de Julio de 1968.

NORMA ACERBI CREMADES

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