SAN JUAN
Porque me siento un pedazo de tu cerro,
Engastada en la arcilla de tu seno,
Le canto a la magia de tu valle
Apasionado, poético y vehemente.
El misterio que tienen tus montañas
Se ha quedado en mis ojos por mirarte,
Y el dulzor de racimos en la boca
Se hace miel en mis besos por amarte.
Y tu ardoroso sol está en mis venas
Corriendo como potro enardecido,
Saturado de siestas calurosas
Tan pobladas de rimas soñolientas.
Tus noches tan fragantes en mi pecho
Son un ramo de rosas vocingleras,
Junto al agua que salta en tus acequias
Para llenarme de notas tempraneras.
Yo siento los zarcillos incrustados,
De tus vides doradas y jugosas,
Aquí en mi corazón como engastados
Con sus dedos menudos y olorosos.
Y llevo las estrellas de tu cielo
Alumbrando mis pasos cada día,
Con la diáfana luz que solo tienen
Las mil Pléyades bellas que posees.
Polvo soy que amamantó tu río
Ese mismo que nació en los Andes,
Hijo arisco del cóndor y la nieve
Que ha dejado sus huellas imborrables.
¡Cómo no he de extrañarte en la distancia
Si tengo mi raíz en tus montañas,
Y el capricho azulino de sus formas,
Se levantan en mi para cantarte!
¡Cómo no he de quererte San Juan mío,
Terruño patriarcal y bendecido
Si yo llevo tu Zonda en mis oídos,
Y tus vides, tus cerros en mi entraña!..
NORMA ACERBI CREMADES
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