Periodista en sus años juveniles, de perfecta elocución caracterizada por la justeza en el uso de las palabras y la transparencia de un estilo admirable. El matutino La Voz del Interior, lo contó entre sus más promisorios redactores. Cuando se recibió de Médico Cirujano, en la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba, el 20 de Abril de 1931, la editorial del diario decía:” Oliver empezó su juventud en nuestra casa y a ella trajo su sensibilidad exquisita y su intuición infalible de muchacho trabajador por todas las inquietudes y todos los problemas de la realidad”.
Oliver, fue un lector incansable durante toda su vida y enriquecido con la literatura clásica y la belleza del arte pictórico, parecía iluminado con aquella magnífica luz de bondad y de amor por las criaturas, que era la expresión de un cerebro que pensaba y de un corazón que sentía.
En 1935, se convirtió en Doctor en Medicina y Cirugía, rindiendo una brillante Tesis titulada: “Estudio sobre la Alimentación de los Niños Escolares”, mereciendo felicitaciones y la clasificación de Sobresaliente. El Tribunal examinador, estaba integrado por los Profesores Doctores José María Valdés; Jorge Orgáz e Ignacio Maldonado Allende y fue Padrino de Tesis el Dr. Felipe González Álvarez.
Miguel Oliver, nació en Córdoba el 25 de Febrero de 1906. Realizó los estudios primarios en las Escuelas Pías de Barrio Gral. Paz y los secundarios en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Monserrat, donde recibió el diploma de Bachiller Humanista.
Muy poco después de su graduación de Médico Cirujano, se incorporó “ad-honorem” al Cuerpo Médico Escolar dependiente del Consejo Nacional de Educación.
El Dr. Oliver contrajo matrimonio con la Señorita Sofía Quellet, en Paraná el 8 de Agosto de 1938. De esta feliz unión nacieron dos hijos: Graciela y Gustavo.
Cuando se constituyó oficialmente, el Cuerpo Médico Escolar, el Dr. Miguel Oliver fue elegido por unanimidad Director del mismo, reconociendo la eficiencia de su actuación anterior. Como Secretario, se designó al Dr. Florencio Ponce (h), para colaborar con el Dr. Oliver en las funciones administrativas.
En los Consultorios externos, se atendían a Maestros y Alumnos. El objetivo principal era realizar profilaxis de enfermedades infecciosas y las infectocontagiosas prevalentes.
El Dr. Oliver, impulsó la promoción de la salud dental de los niños y con el propósito de estimularlos, implementó el otorgamiento de un Diploma, para los alumnos que hubieran concurrido al Cuerpo profesional, para lograr el cuidado anual de sus dientes. Una estadística de 1942, reveló que se habían examinado 8026 niños en diferentes Escuelas. En los Consultorios centrales se habían realizado 3332 consultas, correspondientes a extracciones, amalgamas, cementos y otros tratamientos.
El 2 de Septiembre de 1945, el Dr. Miguel Oliver, fue ascendido al cargo de Jefe-Médico Inspector de la Ayuda Escolar en Córdoba, motivo por el cual se le ofreció en los salones del Plaza Hotel, una cena de camaradería en reconocimiento de sus condiciones profesionales, caballerosidad y simpatía.
Durante la Semana de la Leche, celebrada en el Cine Gran Avenida, en una brillante conferencia, el Dr. Oliver, se declaró contrario al sistema mixto de alimentación del lactante y menos sin antes consultar al pediatra. Tampoco aconsejó el uso de la leche pasteurizada.
En 1956, durante la epidemia de Parálisis Infantil en el país, tuvo a su cargo numerosas disertaciones, haciendo conocer la importancia de la enfermedad y las medidas preventivas a tomar.
El Dr. Oliver consagró cincuenta años de su vida, desde 1931 al Hospital de Niños de la ciudad de Córdoba y fue Presidente de su Asociación Cooperadora, durante varios años, distinguiéndose por su titánica labor en beneficio de los infantes internados.
Fue precursor en Córdoba exponiendo el tema de los “niños maltratados” y así, en su Conferencia en adhesión al Año Internacional del Niño, organizado por la Asociación Argentina Pro Naciones Unidas de Córdoba, entre sus profundas y conmovedoras palabras decía: “El niño es un misterio y a la vez una esperanza, que por estar indefenso debe ser protegido contra toda forma de maltrato”. “El dolor del niño es un dolor sin culpa y su miseria es una miseria que no merece”. Hizo notar que un hecho de nuestro tiempo, el abandono, es también una forma de maltrato: “cuando la madre abandona al hijo para ir a trabajar, por una moderna necesidad, está maltratando a su hijo y lo hace de una manera muy sutil que en el niño produce irritabilidad y agresión”. “El hambre y la explotación, especialmente como forma de trabajo, también son maltratos o bien cuando el niño se hace objeto de conmiseración para obtener limosna”.
En 1937, fue uno de los Miembros Fundadores de la Sociedad de Pediatría de Córdoba y su Presidente en el periodo 1969-1971. Miembro de la Academia Americana de Pediatría y de otras importantes Sociedades científicas del país y el extranjero. El Comité de Inter-clubes del Rotary de Córdoba, le otorgó en 1975, el galardón de “Servicio distinguido a la Comunidad”.
En 1981, en el Aula Magna del Hospital de Niños, se ofreció un homenaje al Dr. Miguel Oliver y al Dr. Carlos Piantoni, por cincuenta años de labor ininterrumpida en el nosocomio. Hizo uso de la palabra, el Director del establecimiento Dr. Jorge Albornóz y en nombre de la Comisión de Homenaje, el Dr. Hugo Ruiz Funes, destacando la labor y el aporte de los profesionales, por haber engrandecido la Pediatría del país. Actuó en el acto, el Coro de Niños Cantores de Córdoba. Finalmente, el Dr. Miguel Oliver hizo un recuerdo emocionado desde sus comienzos en el Hospital, en mayo de 1931, cuando el nosocomio estaba a cargo del Dr. Luis Maximiliano Allende. Con solo una Sala de Lactantes y 15 camas para internaciones, con escasos medios, pero con sobrada voluntad. Durante la dirección del Dr. José María Valdez, recordó que crearon en el seno hospitalario la filial Córdoba de la Sociedad Argentina de Pediatría; una Biblioteca y se dispuso la apertura de nuevos pabellones, como el “ Minetti” y el de “Enfermedades Infecciosas” .
El Dr. Oliver, recordó también, las incorporaciones tecnológicas, en especial en la cirugía cardiovascular, para la cual se estaban construyendo nuevas instalaciones en la parte superior del Pabellón Minetti, junto con un nuevo sector de Rayos X, para estudios especiales necesarios, para la realización de complejas cirugías.
El Dr. Miguel Oliver, falleció en Córdoba el 19 de Octubre de 1984, rodeado del cariño de familiares, amigos y discípulos. Tuvo una brillante trayectoria como pediatría y como hombre de bien. Un año después, el 19 de Octubre de 1985, en reconocimiento de su valor moral y científico, se le dio su nombre a una Guardería de Barrio Los Eucaliptos, con una capacidad para treinta niños de familias de escasos recursos. Su nombre permanecerá imborrable, sin lugar a dudas, por la profundidad y belleza de su corazón.
El Dr. Jorge Pronsato Santandreu, en Octubre de 2013 nos decía: “el Dr. Miguel Oliver fue mi pediatra y el de mi hermano. Lo recuerdo en aquellos tiempos que se hacían visitas profesionales, conversando luego de la consulta con mi padre, así tan amablemente sobre asuntos diversos y café de por medio…¡Cuánto tiempo había entonces! El Dr. Oliver era una persona excepcional por su profesionalidad: su trato cordial y respetuoso; su proverbial apostura de “galán maduro”, un auténtico caballero”.
“Ejerció el periodismo y fue un destacado deportista especialmente en tenis, del Club Junior y en otras competiciones donde obtuvo varias distinciones por su desempeño”.
“Fue Presidente de la Sociedad de Pediatría de Córdoba y cuando me tocó ingresar a ella, por medio de un trabajo de investigación, tuve el orgullo y la profunda satisfacción de que el Dr. Oliver me presentara. Es un recuerdo imborrable y supongo que él también ha de haber sentido honda emoción de presentar al que otrora fuera su paciente y ahora era, un colega su colega . El Dr. Oliver, fue además de un gran Pediatra, un Maestro de Maestros y un notable hombre de bien”.
Semblanza recordatoria por: Prof. Consulto Dra. Norma Acerbi Cremades
Yo fui paciente suyo y después mis hijos . Nunca olvido al doctor Oliver . GRACIAS Dr Oliver .
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